La cultura japonesa tiene a mi hijo mayor fascinado desde hace unos años.
Practica el arte de su caligrafía “shodo”, memoriza “kanjis” constantemente, acude feliz a sus clases en la escuela de idiomas, lee todo lo que cae en sus manos al respecto y a mí… pues se me cae la baba.
Siempre que le regalo libros quiere que se los dedique. Hoy le traje dos del maestro Basho y me lanzó el reto.
_ Recuerda: son cinco, siete y cinco sílabas, me dijo.
Naturalmente acepté el reto.