Uno de enero,
dos de febrero,
tres de marzo,
cuatro de abril,
cinco de mayo,
seis de junio,
siete de julio… ¿siete de julio?
Bendita pandemia… pensó el toro.
Uno de enero,
dos de febrero,
tres de marzo,
cuatro de abril,
cinco de mayo,
seis de junio,
siete de julio… ¿siete de julio?
Bendita pandemia… pensó el toro.
Me he pintado las uñas de rojo y hasta las margaritas del jardín se han puesto juguetonas.
No tengo sueño… tengo sueños,
sueños por cumplir,
tal vez por eso no consigo quedarme dormida.
Voy a intentarlo… cumplirlos, digo.
Bueno… y dormir también.
Y en medio del fragor de las batallas del mundo cotidiano, ellos pasaban desapercibidos.
Aprendieron a hablarse con los ojos para no hacer ruido…