No sé como has llegado hasta aquí pero me alegra un montón tu visita, así que bienvenido/a a este… hum… aún no tengo muy claro como llamarlo.
Digamos que es una especie de revoltijo, un cajón de sastre donde recopilar mis “ocurrencias”, que tengo desperdigadas por libretas usadas y folios sueltos en una carpeta vieja.
Por favor acomódate como si estuvieras en tu casa y curiosea todo lo que quieras, yo mientras tanto voy a calzarme las zapatillas “atrapamusas”.
P.D. Este blog iba a llamarse “La gata con botas” pero el título ya estaba “pillao”, además… yo soy más de calzarme las zapatillas y “senderear” por ahí 😉