Tiene un talento “bárbaro” para atrapar las emociones que constantemente revolotean por su cabecita inquieta, y con pluma veloz darles forma y nido de palabras hermosas.
Fue a nacer en Barcelona un día de San Isidro porque ella es así de especial.
Una noche de poesía su “almita romántica” fue a coincidir con otra mucho más traviesa, la mía, y desde entonces no paro de provocarla para que juegue todo el rato al “aquí y ahora”.
No sé si seré o no una buena influencia, pero cuando consigo que aparque por un rato su interminable cuestionario de futuro ansioso, la veo mucho más risueña, así que… “sister”, vayámonos a la terraza a celebrar descalzas y sin filtros el hoy, que mañana será otro día.