Abrió los brazos y a tres metros de distancia, dijo: “feliz cumpleaños tesoro”
Abrió los brazos y a tres metros de distancia, dijo: “gracias abuela”
Ante la imposibilidad de abrazarse… se abrazaron a ellos mismos.
Volaron besos por el aire, y la vela de la tarta se apagó con un golpe de abanico.