Si nada de esto hubiese ocurrido, hoy habría caminado por el valle del silencio, con mis botas de montaña, y los ojos asombrados a cada paso.
En cambio me he pasado el día viendo llover detrás de la ventana, en zapatillas de andar por casa, afanada en cosas intrascendentes.
No importa… tan sólo es un eventual cambio de planes.